Comunicación, familia y adolescentes

La comunicación en la familia es un pilar fundamental de la educación. Y hablo de COMUNICACIÓN, así, con mayúsculas, como ese espacio en el que padres e hijos comparten un tiempo de calidad, no deprisa y corriendo entre una extraescolar y la siguiente.
Por desgracia las vidas que la mayoría tenemos nos privan del tiempo, del tiempo para cualquier cosa y también para comunicarnos. La comunicación nos sirve para mostrar aceptación y amor a nuestros hijos. 
La comunicación puede ser verbal y no verbal (miradas, abrazos, gestos, besos o incluso el silencio).

Aquí os dejo algunas ideas sobre la comunicación en la familia:

- La comunicación entre padres e hijos debe darse desde el nacimiento y de una manera efectiva y también afectiva.

- Los niños que se sienten comprendidos y escuchados tienden a ser más colaboradores y obedientes, pues conocen mejor lo que se espera de ellos.
Pretender comunicarse en la adolescencia si no lo hemos hecho en la infancia es muy complicado.

- Al comunicarnos con los adolescentes es muy importante no minimizar sus problemas, no quitarles importancia, para ellos son sus problemas y necesitan ser escuchados y acogidos.

- Es bueno al hablar con los adolescentes hacerlo en términos de responsabilidad de sus actos y consecuencias y no de culpabilidad, la culpabilidad genera una relación desconfianza y en último término una baja autoestima, haciendo que piense "no valgo para nada", "soy un inútil".

- Para comunicarnos bien con nuestros hijos adolescentes debemos hacer un ejercicio de empatía y ponernos en su lugar, no decir lo que deben o no deben hacer sino incentivar la reflexión y ofrecer consejo sin imponer.
- Escuchar a nuestros hijos sin juzgar, no utilizar en su contra lo que nos dicen favorece la confianza y en definitiva mejora la relación.

La comunicación es tan importante que merece tener dentro de nuestras rutinas diarias un espacio en el que la familia podamos encontrarnos. Quizá alguna de las comidas diarias, donde nos juntemos todos, en un espacio de calidad, libre de televisión y de móviles pueda ser ese momento especial de comunicación para que padres e hijos podamos cultivar y potenciar una buena relación de confianza, respeto y aceptación.

Apasionante tarea la de educar.

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