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Mostrando entradas de septiembre, 2018

Los "celos" de la hermana mayor

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Esta semana una de mis compañeras de trabajo me decía lo difícil que le estaba resultando la relación con su hija mayor desde que nació la pequeña y aunque hace años que pasé por esta etapa, aún la recuerdo con horror (jajaja). La sensación de ser "malas madres" es muy frecuente, cuando los niños son pequeños y cuando ya no lo son tanto y afecta profundamente a nuestro estado de ánimo.  ¿Qué es lo que cambia con el hij@ mayor cuando nace un herman@? Pues yo creo que lo que cambia sobre todo es nuestra forma de ver al primogénit@, resulta que de pronto vemos a un niñ@ físicamente mucho más grande y menos necesitado que el pequeño, y cambian nuestras expectativas sobre el/ella, le damos una autonomía que hasta ahora no tenía y le pedimos una independencia de la que no gozaba. Y nuestr@ hij@ mayor obviamente se resiste, no entiende que haya cambiado nuestra forma de verle y tiene la sensación de que le tratamos diferente, y no es una sensación, es una realidad. Hay quién dice

Negociando horario con los adolescentes

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No sé si os habrá ocurrido ya, pero yo ya estoy en la etapa de negociar la vuelta a casa, y es realmente agotador... Nuestr@s hij@s adolescentes han ido adquiriendo autonomía ya desde primaria, empiezan a sacar al perro, van a por el pan, hacen pequeños recados por el barrio, van hasta la casa de un amigo, comienzan a ir solos al colegio, cogen un autobús... hasta que, normalmente alrededor de 2º- 3º de la ESO, comienzan las salidas con amigos. Si tu hij@ comienza a salir con sus amig@s sin haber dado antes estos pasos de autonomía es posible que algo esté fallando. Los adolescentes son negociadores por naturaleza, cuando eran pequeños no discutían las normas, pero ahora comienza la edad de cuestionarlo todo, empezando por su propia personalidad y acabando en nuestra autoridad. El grupo empieza a ejercer poder sobre ell@s, en algunos casos hasta el punto de que hacen cosas que no querrían hacer. (Echa un vistazo aquí a mi artículo anterior sobre adolescentes y autoestima) Es normal

Consecuencias de la sobreprotección

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Parece que la sobreprotección se está convirtiendo en una de las peores epidemias de la actual generación de padres. Los especialistas en el tema, como Eva Millet, hablan de madres/padres helicóptero (que sobrevuelan permanentemente a sus hijos), madres/padres apisonadora (que en vez de preparar a su hijo para el camino preparan el camino para su hijo), madres/padres guardaespaldas (¡a mi hijo ni le toques!), padres/madres manager (esos que quieren un/a super deportista de élite en su vida y saben más que los entrenadores/as), los padres/madres bocadillo (que persiguen a su hijo con el bocadillo o un tupper de fruta por todo el parque para que no "se muera de hambre") etc. En cualquier caso, el problema es el mismo, la sobreprotección. ¿Y qué hay de malo en proteger a nuestros hijos?, pues obviamente nada, nuestro deber como padres y madres es protegerlos y ayudarles, teniendo como objetivo final la adquisición de autonomía. La sobreprotección ocurre cuando no somos capaces

Tolerancia a la frustación

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Como tod@s bien sabréis por propia experiencia la frustración es aquello que sentimos cuando no salen las cosas como las habíamos planeado. Teníamos un deseo, un proyecto, una necesidad... y no se llega a cumplir. Es entonces cuando aparece la frustración. Ante la frustración podemos sentir enfado, tristeza, angustia, ansiedad etc. Pero es cierto que cada uno podemos reaccionar de manera diferente según nuestra personalidad, aprendizaje y experiencias previas. Tolerar la frustración significa ser capaz de afrontar los problemas y limitaciones que nos vamos encontrando en la vida a pesar de las molestias o incomodidades que pueda suponernos.  Por tanto la tolerancia a la frustración es una actitud que puede trabajarse y desarrollarse.  No debemos confundir la tolerancia a la frustración con la tolerancia al fracaso, no es lo mismo. Yo vivo con la sensación de que nuestros hij@s están perdiendo la capacidad de deseo porque les damos "todo" casi de manera inmediata, y p