Adolescentes y autoestima

La autoestima es la percepción evaluativa de uno mismo.
Nadie puede dejar de pensar en sí mismo y de evaluarse, todos desarrollamos una autoestima ya sea positiva o negativa aunque no lo hagamos de forma consciente.
La expectativas positivas o negativas que los padres tenemos sobre nuestros hijos afectan a la autoestima, a esto los psicólogos lo llamamos efecto Pygmalión.
La autoestima influye en la vida de los adolescentes, en sus pensamientos, sentimientos y modos de actuar. También afecta al aprendizaje y a las relaciones personales.
¿Cuáles son los síntomas de una baja autoestima?
- Dificultades de aprendizaje, ya que piensa que no puede o que es demasiado difícil, a veces puede preferir no intentarlo que fracasar.
- Dificultad para relacionarse bien con los demás, el no aceptarse a sí mismo y valorarse poco hace más difícil que el joven pueda mantener relaciones saludables con los de su edad. Le da miedo que puedan criticarle, se siente fácilmente atacado,tiende a la complacencia, le cuesta decir "no" por temor a desagradar.
En este no saber decir que "no"  y necesitar la aprobación de los demás podemos encontrar el inicio a las adicciones.
- Dificultad para madurar y asumir las consecuencias de sus actos, cuando surgen problemas echa la culpa a las circunstancias y a los demás y encuentra siempre excusas para sí mismo.
Mantiene una autocrítica rígida tendente a crear un estado habitual de insatisfacción consigo mismo.
Es excesivamente indeciso, no tanto por falta de información, sino por miedo exagerado a equivocarse.
- La baja autoestima produce también una culpabilidad poco realista: se condena por conductas que no siempre son objetivamente malas, exagera la magnitud de sus errores  o los lamenta indefinidamente, sin llegar a perdonarse por completo.
- El adolescente con baja autoestima puede tener tendencias depresivas: tiende a verlo todo negro, su vida, su futuro y, sobre todo,a sí mismo; no disfruta de la vida.
¿Cómo ayudar a mejorar la autoestima de nuestros hijos?
Si observamos una baja autoestima patológica en nuestros hijos lo mejor es acudir a un especialista.
En situaciones no patológicas podemos ayudarles de diferentes maneras:
- Alabando el trabajo bien hecho, nunca hacer falsos elogios porque puede ser contraproducente.
- Se deben elogiar los logros y también los esfuerzos, a pesar de no obtener el resultado deseado.
- Podemos pedir opinión a nuestros hijos adolescentes para que se sientan partícipes del mundo de los adultos, en temas de menor trascendencia como por ejemplo la elección de un mueble para la casa.
- Ayudarles a estimular sus talentos e intereses, todos son buenos en algo, es cuestión de encontrar en qué.
- Invitarles a hacer algún voluntariado que les ayude a sentirse valorados por el entorno.
Una buena autoestima ayudará a los adolescentes a tener unas buenas relaciones en las que respetan y son respetados. Con una autoestima positiva el adolescente puede resolver conflictos y pedir ayuda al adulto si lo considera necesario.
Y además los adolescentes con una fuerte autoestima tienen menos papeletas para caer en adicciones al tabaco, las drogas y/o el alcohol.
Os animo a seguir trabajando en la apasionante tarea de educar.

Comentarios

  1. Gracias por la reflexión. Muy clara y muy necesaria, con dos hijos adolescentes, toda información es poca

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  2. Muchas gracias Isabel, encantada de poder aportar algo al mundo de la educación.

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  3. Gracias M.José. Cuando no es algo patológico, las soluciones son bastante lógicas y fáciles de llevar a la práctica, pero la realidad es que a veces se nos olvidan y recordarlas con este post me resulta súper útil.

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  4. A veces las prisas y las rutinas no nos dejan prestar atención a pequeños detalles. Necesitamos pararnos de vez en cuando y tomar conciencia de lo que hacemos con nuestros hijos. Es un reto permanente. Muchas gracias Ana.

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