Afrontar un suspenso

En las fechas que estamos es muy probable que ya hayamos recibido las notas de la primera evaluación de nuestr@s hij@s o estén a punto de llegar. Y... ¿qué hacemos si hay algún suspenso?. 
Afrontar un suspenso supone frustración, para el chic@ y para la familia, a veces los padres lo entienden como un fracaso personal y llega la duda de si se le habría podido ayudar más, de qué futuro tendrá.... y se empieza a pensar la "charla" que le vamos a dar.
Normalmente con los adolescentes las respuestas muy drásticas no sirven de nada, y suelen funcionar mejor aquellas reacciones que van acompañadas de calma, seguridad, decisión y confianza.

Las situaciones que pueden llevar a este fracaso pueden ser diversas. Si nuestr@ hij@ no ha estudiado y la consecuencia se veía venir está claro que una decisión (no estudiar) ha tenido sus consecuencias (suspender). Pero a veces la situación no es tan sencilla y resulta que a pesar de haber estudiado nos encontramos con el suspenso, ¿cómo reaccionar entonces?.

Está claro que el estudio no ha sido eficaz, puede ser por falta de organización y previsión, por un mal aprovechamiento de las clases, falta de atención, dificultad de la asignatura... en fin, mil posibilidades. De cualquier forma lo importante en este caso, de un suspenso puntual, no achacable a una falta evidente de estudio, no podemos "machacar" a nuestr@ hij@, pero sí podemos hacerle ver qué le ha llevado a esta situación y también que esta situación tiene consecuencias.

Ayer mismo les decía a los padres de mi clase que nuestr@s hij@s entienden como derecho lo que realmente son privilegios que deben estar asociados al cumplimiento de sus obligaciones, me explico, el ocio, la paga, salir con los amig@s...  no es un derecho, es un privilegio que se obtiene cuando hemos respondido correctamente a nuestras obligaciones, mientras nuestras responsabilidades no estén cumplidas no deberíamos tener privilegios ¿no?. Y es importante que nuestr@s hij@s lo entiendan así, sobre todo aquellos que necesitan de una motivación externa para estudiar, hay algun@s adolescentes que están internamente motivad@s, y estos, además de que es mucho menos probable que fracasen, no necesitan de este incentivo exterior.

También es muy importante que el esfuerzo tenga consecuencias, si ha habido esfuerzo y las notas no han sido del todo buenas, el esfuerzo debe tener algún premio, puede ser nuestra valoración y/o el apoyo de los profesores, para dar confianza y autoestima y que el chic@ no se nos venga abajo y se motive para continuar esforzándose.

En definitiva, ante un suspenso debemos tener calma, no montar un drama y mostrar seguridad en las decisiones que tomemos, con los adolescentes, ya sabéis que siempre hay que negociar, lo ideal es que los chic@s conozcan las posibles consecuencias que puede tener que no cumplan correctamente con su responsabilidad de estudiar y puedan tomar decisiones sabiendo a lo que se enfrentan.

Suspender tiene también un lado positivo, significa una oportunidad para aprender de algo que no estamos haciendo bien, darnos cuenta de que hay que hacer cambios y tomar medidas para enderezar la situación. Si a estas alturas del curso nos encontramos con un suspenso es momento de tomar las riendas y rectificar, todavía queda mucho curso por delante para poder hacer mucho mejor las cosas.

¿No es apasionante la tarea de educar?




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