Familia y escuela ¿todos a una?

En mis años como docente vengo experimentando la sensación de que en algunas ocasiones familia y escuela no caminamos en la misma dirección, con las consecuencias que ello tiene para nuestros hijos y alumnos.
Observo padres y madres, que no son mayoría, que justifican cualquier actitud de sus hijos y dejan a la escuela sin recursos a la hora de educar. Niegan la realidad, quitan autoridad y no trabajan en conjunto con el colegio para la educación de sus hijos.
Considero que es muy importante la elección de colegio por parte de los padres, la ideología y metodología del centro debe ser aceptada y compartida por los padres para poder dar coherencia a la educación de los hijos. Si el centro no nos convence lo mejor es no elegirlo y si ya estamos allí, buscar otro.
Si no nos convence ninguno, entonces es quizá el momento de ver cuál es el problema acudiendo a un especialista.
Los niños y adolescentes pasan muchas horas en el colegio, por lo que es fundamental que los padres apoyen, respeten y colaboren con el personal del centro educativo.
Algunos padres no son capaces de ver que sus hijos no son perfectos y no aceptan que su hijo se pueda equivocar o pueda tener una conducta inadecuada en algún momento. Algo que es absolutamente normal y que lo más probable es que ocurra una o más veces en su etapa escolar.

¿Qué consecuencia tiene para los niños y adolescentes que ambas instituciones, familia y escuela no tengan una coherencia educativa? :

- Cuando un niño o adolescente percibe que sus padres no están de acuerdo con sus profesores y/o personal del centro,  lo normal es que el niño o adolescente pierda el respeto a las personas que sus padres no respetan, y por extensión a todos los profesionales de la educación que trabajan con él.

- El niño o adolescente tendrá problemas de conducta dado que no respeta la autoridad y tiene la sensación de tener vía libre para hacer lo que quiera, ya que sus padres acudirán inmediatamente al colegio a defender sus intereses.

- Se desarrollará una baja tolerancia a la frustración, porque cuando recibe un NO en la escuela sus padres lo transforman en un SI, con lo que no estará preparado para los límites y las situaciones difíciles que inevitablemente se encontrará en la vida.

En esta sociedad hemos pasado de conceder a la escuela toda la autoridad, yo recuerdo que si en mi casa llegaba información del colegio de haberme portado mal se recibía otro castigo en casa sin cuestionar nada. Ahora está empezando a ocurrir lo contrario, se defiende al hijo, igualmente sin cuestionar nada. ¿No sería mejor el razonable punto medio?

Algunos consejos para padres para trabajar en conjunto escuela y familia:

- Acudir a las reuniones que el colegio organiza para estar correctamente informados sobre cómo se trabaja con nuestros hijos y tener claro si es el centro que queremos para ellos.
- Conocer personalmente al tutor o tutora de nuestro hijo, mostrarle nuestras inquietudes, contarle nuestra situación familiar  y cómo es nuestro hijo en casa, de esta forma con un mayor conocimiento por ambas partes de lo que se hace y cómo en ambos lugares podremos dar más coherencia a la educación.
- Conocer las normas de convivencia del colegio y animar a nuestro hijo a que las respete, hacernos conscientes que no es lo mismo un único niño en casa que 30 en un aula, las normas no pueden ser las mismas y nuestro hijo tiene que aprender a distinguir con nuestra ayuda cómo debe comportarse en cualquier contexto.
- Colaborar con el colegio cuando se nos requiera, participando en alguna actividad, en la asociación de padres o en momentos puntuales como las fiestas del colegio. Esto enseñará a nuestro hijo que todos vamos a una, que la escuela para nosotros es importante, hasta el punto de dedicar a ello parte de nuestro tiempo.
- Cuando no estemos de acuerdo con el colegio, nunca expresarlo delante de nuestro hijo, hablar con el colegio e intentar solucionar las diferencias pero dejando al niño al margen.

En definitiva, el colegio es nuestro aliado, no nuestro enemigo, si no lo entendemos así y actuamos en consecuencia,estaremos dando mensajes contradictorios a nuestros hijos que sin lugar a dudas les perjudicarán. Cuanto más coherente sea la educación de nuestros hijos más felices serán.

Apasionante tarea educar.





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